En palabras simples, la leucemia afecta a los tejidos que forman la sangre en el organismo, incluyendo a la médula ósea y al sistema linfático.
La leucemia, por lo general, hace que la médula ósea produzca una cantidad excesiva de glóbulos anormales que no funcionan correctamente.
El tratamiento para la leucemia puede ser complejo, según el tipo de leucemia y según otros factores. Pero existen estrategias y recursos que pueden ayudar a hacer que el tratamiento sea exitoso.
Síntomas
Los síntomas de la leucemia varían según el tipo de leucemia. Los signos y síntomas comunes incluyen los siguientes:
- Fiebre o escalofríos
- Fatiga persistente, debilidad
- Infecciones frecuentes o graves
- Pérdida de peso sin intentarlo
- Ganglios linfáticos inflamados, agrandamiento del hígado o del bazo
- Sangrado y formación de hematomas con facilidad
- Sangrados nasales recurrentes
- Pequeñas manchas rojas en la piel (petequia)
- Hiperhidrosis, sobre todo por la noche
- Dolor o sensibilidad en los huesos
Cuándo consultar al médico
Pide una cita con el médico si tienes síntomas o signos persistentes que te preocupen.
Los síntomas de la leucemia suelen ser imprecisos y poco específicos. Es posible que el paciente no los perciba en sus fases iniciales porque se parecen a los de la gripe y de otras enfermedades comunes.